Cambio, mis intereses cambian,
creo que es algo normal en el transcurso de la vida, pero hay cosas que dejo
atrás y no quisiera olvidar.
Quisiera volver a escribir
cuentos pero parece que la melancolía que me inspiraba ya no me pertenece,
quisiera tener de nuevo amigos con quien salir y compartir pero prefiero
quedarme en casa hablando con mi novio, quisiera salir a comprar ropa pero mi
dinero ahora es completamente para mi empresa, quisiera leer varios libros al
tiempo pero estoy explorando tantas otras cosas que el tiempo solo me da para
leer uno aunque me dedico bastante a él, quisiera ir a conciertos pero ya no me
veo haciendo filas interminables y sintiendo la adrenalina que da el que te
empujen, correr por un mejor lugar en el sitio y la espera eterna por escuchar
a uno de tus grupos favoritos.
No puedo decir que es madurez,
simplemente es cambio, ahora me interesa más la moda, me gustan las
manualidades, la decoración, otro tipo de lectura y muchas más comodidades que
antes.
También debo confesar que después
de tantos ires y venires con mi religión he decidido que no importa si soy
católica o budista, cristiana o bautista, lo importante es acercarme a Dios y
tener algo de fe, que me está costando trabajo, sí lo admito, pero aunque difícil
lo estoy logrando, y los cambios que he visto en mi vida están interesantes.
Tal vez lo importante no sea el
cambio, sino el disfrutar cada una de las etapas que decido vivir, y hacerlo
sin dañar a nadie, dejando atrás conocidos, situaciones y hobbies, para darle
espacio a nuevas personas, nuevas alegrías y nuevo conocimiento.
Tomada de: eleansar.wordpress.com
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