Todos dicen que el colegio es la mejor época que uno puede vivir, porque son solo juegos y casi ninguna responsabilidad; pues para mí no fue así, yo era juiciosa, aunque no siempre me iba muy bien, mis calificaciones no fueron tan malas, pero era más tímida que ahora y no tenía amigos hombres (estudié en colegio de monjas), así que no disfruté tanto como la mayoría.
Entré a estudiar dos años en el Politécnico Grancolombiano y conocí gente muy divertida, con los que la pasé de maravilla. Pero al cambiarme de universidad, e ingresar a la E.A.N. encontré no solo un gran ambiente, sino verdaderos amigos. Éramos muy juiciosos, estudiábamos mucho, pues la ingeniería no es una carrera fácil, pero también nos divertíamos bastante: jugábamos billar o cartas después de clase, íbamos a bailar los viernes, y los sábados nos tomábamos unas cervezas en la tarde, mientras nos contábamos nuestras vidas y reíamos de todo un poco.
Tenía un grupo maravilloso, al que cada semestre se iban uniendo más y más personas que nos complementaban, hasta los profesores salían de rumba de vez en cuando con nosotros; nos apoyábamos en nuestras peleas, decepciones amorosas, romances turbulentos…y realmente pensé que nuestra amistad iba a durar por siempre.
Algunos se alejaron y perdimos contacto, de otros solo sabemos cómo están por lo que publican en facebook, con dos o tres me hablo por Messenger o por teléfono, pero sé que en cualquier momento, cuando alguno necesite algo, todos estaríamos allá para apoyarlo.
Para mí, aunque no los vuelva a ver, ellos son mis amigos, los que siempre llevaré en mi corazón, los que hicieron de la universidad, mis años maravillosos.
Dedicado a: Sandra, Yenny, Ivan, Javier, Luis Fernando, Andrés, Mario, Nancy, Robinson, Alex, y los demás.
1 comentarios:
Que lindas palabras Vivi, en realidad fueron años en los que nos divertimos mucho, pasaron muchas cosas grandes y pequeñas. La Universidad E.A.N me ha dejado regalos. Gracias Vivi por ser uno de esos regalos preciosos.
Publicar un comentario