24 feb 2010

Un mal matrimonio

Publicado por Vivian Gil-Ro en 21:30

En los últimos días vi un tweet de @OmarGamboa en donde comentaba la creación de un nuevo blog para contar lo que le pasó un amigo y ahí pensé, si ellos pueden contar esas anécdotas, ¿por qué no contar lo que le pasó a una amiga? Así que decidí convocar a mis amigas para pedirles que me cuenten sus historias y así publicarlas periódicamente en mi blog, obviamente cambiando los nombres, pero como debo empezar a dar ejemplo, pues si, voy a comenzar con una historia mía, la historia de un mal matrimonio.

Conocí a mi actual esposo cuando teníamos 16 años, pero nunca fuimos novios a pesar del gusto, porque yo tenía novio y él era dos meses menor que yo. Con el tiempo él y toda su familia se fueron a vivir a Estados Unidos y perdimos el contacto. Muchos años después volvimos a contactarnos por correo electrónico, le di mi número telefónico y hablábamos casi todos los días. Después de varios mese, me dijo que quería venir a Colombia de nuevo, conocer a mi familia y volver a verme. Muy feliz comencé a preparar todo para su llegada, y un mes antes de que él viniera me propuso que nos casáramos. Yo estaba completamente dichosa y después de pensarlo un par de días acepté.

Conseguimos todos los documentos para casarnos por lo civil el 14 de abril del 2007, yo quería el típico matrimonio por la iglesia católica, pero él era mormón (aunque no es practicante). Dos semanas antes de que él llegara a Colombia mi papá falleció, por lo cual cancelamos cualquier celebración de la boda y decidimos ir solo a la notaria y ya. Efectivamente así se hizo y él estuvo conmigo durante una semana, después tuvo que volver a Miami a trabajar.

Obviamente continuamos hablando a diario, y comenzamos a averiguar qué documentos necesitábamos para que yo pudiera vivir con él en Estados Unidos, él radicó los papeles para solicitar una visa para mí pero jamás volvió a averiguar del tema, a pesar de mi constante preocupación por adelantar el proceso para poderme ir con él, por lo tanto esto nunca prosperó.

Él volvió en agosto del mismo año para su cumpleaños, cada vez que venía era una fiesta completa, salíamos de rumba, a comer, a caminar por la ciudad…nunca nos aburríamos; pero la dicha no duraba más de una semana y debíamos volver a la rutina, él en Norteamérica y yo en Colombia.

La última vez que lo vi, fue en noviembre de ese mismo año, vino de nuevo a visitarme pero ya los problemas de un matrimonio a distancia se notaban. Después de esa última visita, él encontró cualquier cantidad de disculpas para no volver a Colombia y las peleas eran el pan de cada día. En febrero del año 2009, cuando me contaron que efectivamente él no había hecho nada para que me dieran la residencia americana yo le reclamé y ahí estalló la guerra que terminó en una llamada en donde me pedía que nos separáramos, obviamente yo a esas alturas no quería saber nada de él y acepté sin pensarlo dos veces. Pero como me casé con el hombre más ocupado del planeta, él no pudo firmar los papeles sino hasta un año después de esa última llamada.

De todas maneras, como dicen por ahí, nunca es tarde, y hoy por fin recibí el correo esperado que decía textualmente: “Vivian cómo estas espero que te encuentres bien, te escribo porque los papeles de divorcio van a estar listos para este mes yo te hago saber la fecha con anterioridad para que vayas a firmar, espero no tener más percances y podamos finalizar todo sin inconvenientes. Si tienes alguna pregunta, o no puedas ir a firmar me avisas por favor. Gracias”

Y con este correo comienzo el final de un mal matrimonio; claro, debo ver el lado positivo de las cosas, hice una locura que podré contarle a mis nietos.

4 comentarios:

GARRAPATUDO on 24 de febrero de 2010, 22:03 dijo...

no me imaginaba una historia tan compleja y accidentada, igual te lograste liberar, mil bendiciones pero no creatividad por que la tienes toda

Vivian Gil-Ro on 24 de febrero de 2010, 22:13 dijo...

Gracias, si, esas son las locuras que uno comete en la vida.

DRAGUX My otro yo on 18 de agosto de 2010, 8:10 dijo...

La vida es una locura y esa es una de las experiencias que nos marca, y nos dejan muy buenas experiencias.

Anónimo dijo...

Deberias publicar foto del tipo para conocer quien fué el desgraciado.
Atte: Alejandro González

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