De nuevo fue 31 de Diciembre

El 31 de Diciembre, como cada año en esa fecha, lo único que me provoca es acostarme a dormir. ¿Qué gracia tiene esperar a que sean las 12 de la noche para abrazar a un par de familiares y tomar para que el 1 de Enero, inevitablemente tengamos dolor de cabeza? Pero mi familia jamás me ha dejado cumplir mi sueño de recibir el año durmiendo, así que decido gastar el día haciendo los mil y un agüeros que antes debidamente he buscado en Internet y enviado por e-mail a mi mamá para comprar los materiales necesarios.

Este año incorporamos uno nuevo a la familia, el baño con el melón: Antes de “ponerse la pinta”, ponemos a hervir un melón, 3 pétalos de rosa roja, clavos y canela, cuando la fruta ya esté blandita la dejamos enfriar, la abrimos y la pasamos por todo el cuerpo, luego nos enjuagamos con el agua y no nos la secamos, para que así el amor venga a nuestra vida en cantidades abismales. Luego, ya secas, y posiblemente llenas de pecas (dicen que salen las pecas por bañarse y no secarse) la ropa interior roja es indispensable para reafirmar la llegada del amor a nuestras vidas en este nuevo año; por supuesto, la tanga estaba al revés, para después ponerla correctamente después de las 12 de la noche.

Ya listo todo esto, fuimos a misa, porque quería agradecer por todo lo bueno que me trajo el 2009, pedir por la felicidad de un par de personas que llevo en el corazón y por la salud de alguien que lo necesita mucho en este momento y después decidí dormir un rato, a ver si pasaba rápido el tiempo.

Como a las nueve y media me desperté y descubrí para mi agrado que mi tío y su familia estaban de visita, así que alcancé a compartí un rato con ellos, antes de que fueran a pasar su fiesta de fin de año en otro lugar. Alisté la maleta con ropa de verano y desempolvé el pasaporte, poniendo toda la energía en que este año tenga un sello diferente al negado de la visa americana.

Ya entre charla y charla faltaban 15 minutos para las 12, así que me comí 3 fresas de nuevo, para atraer el amor (si no vivo enamorada este año, ¡estoy jodida!) y mi tía me dio la copa de la prosperidad, la cual tiene arroz, fríjoles, lentejas, espigas y no se qué más alimentos crudos. A las 12 prendí una vela roja, me subí a una silla para que las cosas malas pasaran sin tocarme y todas hicimos fila porque el único hombre de la casa es mi abuelito, y al primero al que se besa es a un hombre. Brindamos por que el nuevo año y mientras me comía algunas uvas sin el deseo respectivo porque se me olvidó, mi abuelito guardó a los perros para que pudieramos salir a dar la vuelta a la manzana sin que estos se escaparan. Mi tía, como siempre, cogió la maleta y el pasaporte y salió corriendo como una loca, a ella si se le cumple este agüero, porque todo el año viaja por media colombia y siempre es de afán por su trabajo. Mientras tanto y a paso de tortuga, mi mamá, mi hermana y yo salimos cada una con nuestra respectiva maleta y pasaporte, y con una copa de champaña y un ramo de espigas en la mano saludamos a todo el mundo en la calle, hicimos una parada para brindar y llegamos sin ningún apuro de nuevo a la casa, es que nuestros viajes serán en primera clase y sin ningún tipo de afán.

Ahora, lo más importante, cuando llegamos a la casa estaban listos nuestros vasos llenos hasta la mitad de agua y un huevo de gallina al lado, cada una lo abrió y lo echó en el vaso, para al otro día poder interpretar las figuras que se forman y así saber qué nos depara el nuevo año. Ahí recordé que solo me había comido 4 uvas y que tenía que pedir deseos, así que las 6 restantes me las comí pidiendo salud y felicidad para todos, ¿muy original, verdad? Ahora me faltaba solo ponerme la tanga al derecho y de nuevo casi me vuelvo un ocho poniéndome las medias veladas.

Ya después de todo eso, me acordé que no hice la lista con los cosas malas que me habían pasado y que debía quemar a la media noche, ni tampoco hice la lista de los propósitos para el nuevo año, con razón no supe qué pedir con las 12 uvas, siempre me guío con esta última. Pero como dicen por ahí, nunca es tarde, por eso acá tienen mis propósitos para el 2010:

• Comenzar un blog en donde escriba todo lo que pasa en mi vida.
• Continuar con mi blog de cuentos y mejorar mi manera de escribirlos.
• Leer mínimo 1 libro por mes.
• Viajar fuera de Colombia.
• Ponerme al día con el negocio que tengo en mente desde el año pasado.
• Hacer crecer mi importadora.
• Comenzar a practicar yoga.
• Tomar un curso de natación mínimo 3 veces a la semana.
• Tomar diariamente una botella pequeña de agua, en ayunas.
• Hacer cardio mínimo 4 veces a la semana.
• Conocer a los twitteros bogotanos.
• Dejar de decir NO, a todas las invitaciones que me hacen.
• Aprender a hacer videojuegos.
• Conseguir amigos 1.0
• Dejar de comerme las uñas.

Espero que al final del 2010, pueda decir que he cumplido todas mis metas y que los diez mil y un agüeros para el amor funcionaron, y tengo una relación estable.