22 mar 2010

El divorcio

Publicado por Vivian Gil-Ro en 16:48

Estaba sentada frente al computador, con el teléfono en la mano y tratando de saber el número del teléfono al que debía llamar para bloquear la sim acabada de extraviar, cuando entró una llamada:

-Aló

-¿Con quién hablo? Dijo la voz de un hombre que no supe reconocer.

-Con Ana María, dije instintivamente pensando que era una de las múltiples llamadas que hacen a mi casa para cobrar la deuda que tengo por la tarjeta de crédito.

-Hola Ana, hablas con Pedro Trujillo. Y ahí el mundo se me cayó.

Era mi esposo, llamando a mi casa después de más de un año de no escuchar su voz. Después de aclararle que realmente no hablaba con mi hermana sino conmigo hizo la pregunta errada: ¿Cómo estás? Y ahí tuve para desahogarme, ¿cómo iba a estar si acababa de botar el celular de mi hermana que había traído de Londres y que muy amablemente me había prestado esa mañana? Después de las lamentaciones y de contarme cómo había estado su último año (nada bien, al parecer) me dijo que me llamaba para decirme que posiblemente al día siguiente tenía que ir a la notaría a firmar los papeles de divorcio. No llegan a imaginarse la felicidad que sentí, era lo que estaba esperando hace mucho tiempo y por fin lo veía volverse tangible. Después de las preguntas de rigor: ¿Tienes una copia de tu registro civil?, ¿tienes una copia del registro de matrimonio? A las que respondí que no a pesar de tener respuesta afirmativa, porque como le dije cuando me pidió el divorcio: No voy a mover un dedo para eso, si te quieres divorciar, todo lo haces tú, yo solo voy y firmo; me informó que él personalmente iba a ir a recoger esos papeles esa misma tarde… un momento, ¿él personalmente?, ¿estaba en Colombia? Y ahí un vacío comenzó a invadir mi estómago. Efectivamente, había llegado la noche anterior a Bogotá, junto con el hermano, para que pudiéramos divorciarnos. Después de una que otra palabra, quedó de avisarme por correo electrónico o por teléfono a qué hora debería estar en la notaría.

Cuando logré recuperarme de tal sorpresa, le conté a @Mr_Brownie, mi sensei, lo ocurrido y me aconsejó: Lleva un novio; claro, como me queda tan fácil decirle a alguien: ¿Quieres ser mi novio por un día?, y sabiendo que era casi imposible que lograra que alguien me hiciera ese favor, él se ofreció para acompañarme; sinceramente me sentí aliviada, no quería ir sola, ¿y si mi aún esposo llegaba con alguna mujer? Era mejor enfrentar eso acompañada.

El correo esperado llegó informando que la cita quedaba para el viernes a las 11:00 am.

Ya ese día, me arreglé lo mejor que pude (vestido con culifalda, porque a eso no se le puede llamar minifalda; medias veladas, botas hasta la rodilla y lindo maquillaje) y me encontré con @Mr_Brownie, a unas cuadras de la notaría; como llegamos 15 minutos antes de la hora (debo aclarar que soy una persona demasiado cumplida y trato de llegar siempre antes de tiempo a las citas) entramos a una cafetería a tomar una gaseosa. Sentada de espaldas a la notaría y muy ansiosa, no paraba de mirar hacia atrás para comprobar que no había llegado, por lo que me gané el primer regaño, en vivo y en directo (porque por twitter se la pasa regañándome), de mi sensei: “Bueno, dejemos de mirar porque así no va a llegar”. Como siempre, tenía razón, así que traté de relajarme.

Pedro llegó pasadas las 11:00 am junto con el hermano, a quien yo no veía hace más o menos 11 años. Salimos Mr_Brownie y yo de la cafetería para saludarlos y mi, hasta ese momento esposo, estiró la mano para saludarme, yo respondí de igual manera, pero terminó dándome un beso en la mejilla. Rápidamente me quité de su lado y saludé a Iván (el hermano), el cual demostró que estaba feliz de verme, igual que yo a él. Mientras tanto, @Mr_Brownie se presentó (obviamente con su nombre 1.0).

Decidimos esperar a la persona que nos ayudaría con el trámite en la misma cafetería en donde antes estábamos @Mr_Brownie y yo, cuando con él caímos en cuenta de que no habíamos pagado las gaseosas, si: hicimos conejo. Obviamente, y como buenos ciudadanos que somos, volvimos a pagar… bueno, pagó él (gracias por la gaseosa sensei), y allá todos fuimos muy cordiales y hablamos de todo un poco hasta que llegó la señora a la que esperábamos y volvimos a la notaría para terminar con todo de una vez.

Ya solos, y esperando que la señora volviera con lo que debíamos firmar, comenzamos a hablar de cómo nos había ido en los últimos días, cuando de pronto se acercó demasiado a mí y con esa cara de coqueto que muy bien conozco, pero que realmente no recordaba, me dijo: “Estás muy linda” … WTF?? ¿Mi futuro ex esposo estaba coqueteando conmigo el día de nuestro divorcio? Definitivamente esto solo me pasa a mí. Con total naturalidad le dije: Gracias, y me alejé, no iba a permitir que ese tipo me desestabilizara, ¿qué se estaba creyendo?

Firmamos lo que teníamos que firmar y luego él fue a hacer la fila para autenticar los papeles, así que yo aproveché para irme a donde estaba mi “novio por un día”; cuando le conté, obviamente se rió de mí y me dijo: Debiste haberle contestado: “Lo sé” jajaja ¿Por qué no lo pensé antes? Hubiera sido una salida magistral, de esas que me gusta tener.

De nuevo se acercó Pedro para decirme que tenía que ir a firmar de nuevo y a poner huellas, luego nos dirigimos a la caja, porque tenía que pagar la autenticación. En ese sitio seguimos hablando y cuando me di cuenta, volvió la carita coqueta de él mientras comenzó a jugar con mi trenza… ¿Pero a este tipo qué es lo que le pasa?, pensé. Y ya con mirada de puño pasé la trenza hacia atrás, para que no estuviera a su alcance.

Luego volvimos a entrar a las oficinas de la notaría para buscar a la señora y entregarle los papeles, cruzamos un par de palabras los tres y mientras la señora hacía un recibo por el pago que él tuvo que hacer por el proceso de divorcio, mi ex me dice: ¿Qué vas a hacer esta noche? Le conté que estaba de luto y que de ahí salía para la funeraria, a lo que él insistió:

- ¿Y en la noche?

- Me gustaría emborracharme para celebrar, le confesé, pero mañana debo madrugar.

Y para mi total asombro me dijo:

- ¿Por qué no nos vamos de rumba esta noche? Y va de nuevo, WTF?? ¿Este tipo insiste?

- ¿Estás loco?, yo que me voy a ir de rumba con mi ex esposo, contesté.

- ¿Cuál es el problema? Tú sabes que yo soy open mind, eso no tiene nada de malo.

Y realmente no es que tuviera nada de malo, solo que yo lo único que quería era alejarme de él y no volverlo a ver, como para ahora irme de rumba con él. Así que como no quise responderle nada, decidí despedirme muy amablemente de la señora y salir de esas oficinas lo antes posible.

Afuera nos encontramos con nuestros acompañantes y al salir de la notaría se escuchó la siguiente conversación, entre risas:

Pedro: Iván, que a Vívian le da pena salir con nosotros.

Yo: Yo no dije que me daba pena, solo que no voy a salir de rumba contigo.

Pedro, dirigiéndose a @Mr_Brownie: ¿A usted le molesta que salga con Vívian esta noche? Esta pregunta confirmó que si creyeron que teníamos algún tipo de relación.

@Mr_Brownie: Nooo, para nada.

Yo, dirigiéndome a @Mr_Brownie: Pero tienes que apoyarme.

Mr_Brownie: A si claro, me molesta muchísimo. (Ironía)

Y así entre risas nos despedimos, yo primero de Iván, luego de Pedro con un fuerte abrazo. Al separarnos en dos grupos mi sensei me dice: - Ahora un abrazo para que crean que si tenemos algo. Abrazo que efectivamente ellos vieron, pero sobre el cual no se hizo ningún comentario. De ahí @Mr_Brownie y yo cogimos transporte por la carrera 7, y ya en el bus, recordando lo bizarro de los coqueteos de mi ex llegó el segundo regaño del día por parte de él: ¡Ahora vuélvase a casar!

Estoy segura que lo pensaría mil veces antes de meterme en esa vaca loca, así que sensei no te preocupes, tu regaño caló en mí.



5 comentarios:

Unknown on 22 de marzo de 2010, 18:34 dijo...

Jajaja. De esas historias que uno a veces no se cree. Qué buen amigo es @Mr_Brownie. Me pareció maluquísimo el cuento de invitarte a bailar. Fuera de lugar. Y ahí debiste decirle que no, que tenías planes con tu novio. Pero reconozco que uno en esos casos se desarma y no sabe cómo reaccionar. Siempre es el "Debí decir" :D

Mariposa on 22 de marzo de 2010, 18:44 dijo...

Chévere el estilo para describir la situación!!! Menos mal no fuiste sola!!!!

Felipe Calvo Cepeda on 26 de marzo de 2010, 19:43 dijo...

Jeje.

Ay mujeres!
Cada día me pregunto que sería de nosotros sin ustedes.
Que locura.
Un saludo cordial.

Vivian Gil-Ro on 29 de marzo de 2010, 20:32 dijo...

Muchas gracias por sus comentarios. Un abrazo para cada uno. =)

Unknown on 8 de abril de 2010, 15:38 dijo...

Que seriamos sin las mujeres ??? .... solo cuerpos inertes y repetitivos ..... las mujeres dan alma ...a estos trapos que somos los hombres ...Michel

www.micheldeb.blogspot.com

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